La historia de Mary Shelley da para mucho. Era hija de dos personajes altamente polémicos de finales del siglo XVIII en Reino Unido, Mary Wollstonecraft y William Godwin.
Su única hermana, Fanny, se suicidó y fue arrojada a una fosa común, una vez que la familia se desentendió de su muerte. Y ella conoció a los 16 años a Percy Shelley, el aristócrata poeta de vida desordenada con el que huyó a Europa, arrastrando a su hermanastra Claire Clarmont (para disgusto de su madrastra) con ellos.
Shelley estaba casado con otra (que se suicidó), lo que añadió aún más notas de escándalo. Tuvieron varios hijos, que fueron muriendo uno tras otros, y solo el último llegó a la vida adulta, educado por su madre para ser simplemente una persona convencional.
Cuando Percy Shelley murió, Mary Shelley usó su escritura para ganarse la vida.